Un estudio en el que ha participado Diego Kersting, investigador del IATS, junto con colegas del University College London y University of Leicester, ha encontrado, por primera vez, contaminantes procedentes de la quema de combustibles fósiles en esqueletos de coral.
El hallazgo de este tipo de contaminación, conocida como “cenizas volantes” o “partículas carbonosas esferoidales” (SCPs, por sus siglas en inglés), se considera un indicador de la influencia humana en el medio ambiente, y un marcador histórico de la época geológica del Antropoceno propuesta por la comunidad científica.
El estudio muestra que la presencia de estos contaminantes en los esqueletos del coral Cladocora caespitosa en las Islas Columbretes se extiende a lo largo de décadas, en paralelo a la tasa histórica de quema de combustibles fósiles en Europa y España. De hecho, los resultados obtenidos se alinean con otras mediciones por contaminación por SCPs realizadas en lagos de montaña en España, lo que respalda el uso de estos esqueletos de coral como archivos naturales para medir cambios en los niveles de contaminación a lo largo de los años.
Los corales eran el único registro utilizado de forma habitual en paleoreconstrucciones en el que aún no se habían detectado los SCPs, habiendo sido identificados ya en sedimentos marinos y lacustres, núcleos de hielo y lechos de turba. Este hallazgo respalda el uso de SCPs como marcador universal para establecer el inicio del Antropoceno y refuerza el papel de centinela del cambio global de la reserva marina de las Islas Columbretes.
El estudio ha sido publicado en la revita Science of the Total Environment

Bahía de L’Illa Grossa, zona en la que se ha realizado el estudio. Foto: Diego K. Kersting
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